Hola lectores de La Estantería de los ingenios.
Tercera entrega de la Quincena de la novela popular del Oeste
y esta noche quiero tratar "los argumentos".
Los estereotipos propios del género pueden inducirnos a
pensar que estamos ante historias repetitivas y con escasa
consistencia narrativa. Como suele suceder lar realidad
desmiente al estereotipo. Y, si bien, algunos autores abusaban de la reiteración argumental,
lo cierto es que a través de la novela popular del Oeste se trataron
muchísimos argumentos que van mucho más allá de la
típica dicotomía entre buenos y malos.
Permítanme demostrarlo con este grato ejercicio lector
que he practicado muy gustosamente esta tarde.
Verán, he tomado al azar 6 títulos de la
Editorial Andina S.A. (ECSA) y he leído el primer
capítulo de cada novelita para ver cuán diferente
es el arranque y el enfoque de cada obra.
Comencemos.
LA JUSTICIA DE LOS VIGILANTES
R.L. Nevada
Año 1836. Un tribunal jurídico militar mexicano condena a muerte a
un independentista californiano. Además despojan a su familia de
todo su patrimonio.
La viuda, acompañada de único hijo de catorce años,
parte de California al perderlo todo con la idea de emprender
una nueva vida.
Algunos autores, caso de Mallorquí o Fidel Prado por ejemplo,
eran grandes conocedores de la Historia de EEUU y México.
Esto se refleja en sus obras de tal manera que algunos capítulos,
principalmente los introductorios, se convierten en verdaderos
ensayos del tema a tratar.
Esta novela es un ejemplo ,"La ruta de Abilene" de Fidel Prado
podría ser otro.
DE RAZA DE LINCHADORES
Edgard Kennedy
Movida por el más puro instinto maternal, la señora Quincy se lanza
a proteger a su hijo de seis años que, por quedar la escuela frente por frente al banco que
acaba de ser atracado, va a quedar en medio del fuego cruzado
entre atracadores y vigilantes del banco resultando mortalmente herida.
El tema del atraco tanto a bancos, diligencias o ferrocarriles sí es
muy recurrente en el género.
EL PRECIO
Rock Miller
Betty trabaja como cantante en el Saloon y como suele ser habitual un vaquero
borracho intenta propasarse con ella. Lo que no es tan habitual es que un
niño, pequeño amigo de Betty se interponga, que el vaquero borracho aparte al
niño lanzándolo contra una mesa, que el niño caiga encima del padre,
que éste se lance contra el borracho, que Betty fracase en su intento de evitar
la pelea y que el resultado final sea que el padre del niño
termine asesinado a manos del vaquero borracho.
Sí es más frecuente que el novio de Betty increpe al vaquero borracho
por cobarde y asesino. Aquí el resultado son cuatro muertos, el vaquero borracho
y tres de sus compinches que pretendía sorprender al muchacho.
La llegada del sheriff no tiene mayor consecuencia que la advertencia al joven
novio de Betty que probablemente esto que ha pasado y está totalmente justificado
no guste al terrateniente local porque los finados eran cuatro de sus
mejores hombres.
Las broncas en el saloon son bastante típicas en estas novelas. De hecho suelen ser
el epicentro de todos los movimientos desatadores de tempestades de violencia.
Esta contraportada aparece en muchas novelas de ECSA
y como me mola pues la incluyo en el post
DEUDA DE SANGRE
Mel Daney
No es para nada aconsejable ir por el Oeste vestido de lo que los vaqueros podrían
calificar de petimetre o incluso lechugino; esto se consigue con un sombrero de
copa corto, levita aristocrática, camisa blanca con pañuelo rojo... ya saben,
indumentaria para que al entrar en el saloon te llamen preciosidad o ricura.
Claro esto puede dar lugar a peleas y tiroteos con resultado, normalmente,
de muerte, tal cual es el caso que aquí no trata, pero curiosamente no
del mal llamado petimetre, si no de sus provocadores.
Otra vez arrancamos desde el saloon, pero con un toque de originalidad
que nos rompe un poco los esquemas, al menos a lo que vestuario se refiere.
REBELION
Paul Lattimer
Si el rural Al Daugherty no hubiese estado atento a las pérfidas intenciones de ese arapahoe,
el guía militar Jervis Higman nunca habría llegado a su destino en Fort Stockon.
Sorprende la gran calidad narrativa de María Teresa Núñez González, alias Paul Lattimer (sí,
ya he pensado hacer algún post dedicado a la mujer como escritora de novelas del Oeste).
Y también sorprende que no haya tantas novelas de indios como podría parecer.
EL EXTERMINADOR
Paulino Banderas.
El novillo se ha escapado por el flanco izquierdo y es verdad que estos cornúpetas
tienen mucha fuerza, pero eso de cargárselo de un tiro, aunque esté
justificado en defensa de la vida propia, no es del gusto del ranchero
dueño de los rebaños. Tampoco vamos a defender que el
ranchero torture y asesine al vaquero que tuvo que liquidar al
novillo, pero... parece que las cosas eran así por aquellas tierras.
En buena lógica las novelas de vaqueros deben de llevar argumentaciones propias de
ranchos y grandes movimientos de ganado.
Como vemos, seis argumentos diferentes en contextos diferentes si exceptuamos el
saloon que se ha repetido dos veces pero como escenario de historias diferentes.
Otros espacios que no han salido aquí podrían ser
Historias en las tierras del Norte, especialmente Alaska,
Guerra civil norteamericana
Colonos
Ferrocarril
Caravanas
Rodeos
Duelos
etc.
Y por esta noche ya está bien.
Mañana seguiremos con nuestra Quincena.
Yo como conclusión les diré que he pasado una buena tarde
leyendo estas novelas.
Muchísimas gracias.