Estimados lectores de "La Estantería de los Ingenios",
como vimos en el post anterior el pasado domingo me hice
con unos cuantos ejemplares de la revista "ALGO" editados
allá por los años treinta en plena Segunda República.
Siendo sincero solo iba a comprar este que presento ahora, pero
cuando los tuve en mis manos no pude resistir la tentación de adquirir algunos más. En la medida de lo posible los iré reseñando bien en este blog, o bien en mi otro blog
como vimos en el post anterior el pasado domingo me hice
con unos cuantos ejemplares de la revista "ALGO" editados
allá por los años treinta en plena Segunda República.
Siendo sincero solo iba a comprar este que presento ahora, pero
cuando los tuve en mis manos no pude resistir la tentación de adquirir algunos más. En la medida de lo posible los iré reseñando bien en este blog, o bien en mi otro blog
cuyo enlace dejo sobre estas líneas.
Entrando ya de lleno en el artículo que reseño decir que
fue publicado en la Revista "ALGO" (Semanario enciclopédico)
en su número 184 y tiene fecha de 18 de febrero de 1933.
Veamos la portada de la revista.
Fue la firma, en primer lugar, y la antigüedad de la revista, en segundo lugar, lo que me atrajo de este ejemplar.
El autor. Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964) fue un escritor y periodista de enorme prestigio en su época, hoy en día algo olvidado. Dentro de su pródiga
creación literaria destacan "Volvoreta" (1917), "El malvado Carabel" (1931), "El bosque animado" (1943) todas llevadas al cines en distintos períodos, al igual que fue llevada
a la gran pantalla "El sistema Pelegrin" (1949).
Entre las que recuerdo haber leído tenemos "El hombre
que compró un automóvil" (1932)
Era un maestro de la ironía y tenía un gran sentido del humor
como puede comprobarse en este texto.
El autor. Wenceslao Fernández Flórez (1885-1964) fue un escritor y periodista de enorme prestigio en su época, hoy en día algo olvidado. Dentro de su pródiga
creación literaria destacan "Volvoreta" (1917), "El malvado Carabel" (1931), "El bosque animado" (1943) todas llevadas al cines en distintos períodos, al igual que fue llevada
a la gran pantalla "El sistema Pelegrin" (1949).
Entre las que recuerdo haber leído tenemos "El hombre
que compró un automóvil" (1932)
Era un maestro de la ironía y tenía un gran sentido del humor
como puede comprobarse en este texto.
Como podemos leer el presenta artículo "La pesca de la ballena"
(la caza según portada) figura en el primero de los tomos que
Wenceslao Fernández Flórez acababa de publicar bajo
el título de "La conquista del horizonte".
"La conquista del horizonte" era un obra de viajes y curiosamente puede decirse, en base a la anécdota que cuento a continuación, que esta obra salvó la vida del autor. En plena Guerra Civil Fernández Flórez buscó
refugio en la Embajada de la República Argentina en Madrid, pero el Gobierno de Holanda lo invitó a que se refugiara en su Embajada ya que el autor era muy estimado en Países Bajos por las descripciones que de estas tierras hizo en "La conquista del horizonte". Posteriormente el Gobierno
de Holanda hizo gestiones con el Gobierno de la Segunda República para que el escritor pudiera abandonar España vía Valencia en julio de 1937.
(la caza según portada) figura en el primero de los tomos que
Wenceslao Fernández Flórez acababa de publicar bajo
el título de "La conquista del horizonte".
"La conquista del horizonte" era un obra de viajes y curiosamente puede decirse, en base a la anécdota que cuento a continuación, que esta obra salvó la vida del autor. En plena Guerra Civil Fernández Flórez buscó
refugio en la Embajada de la República Argentina en Madrid, pero el Gobierno de Holanda lo invitó a que se refugiara en su Embajada ya que el autor era muy estimado en Países Bajos por las descripciones que de estas tierras hizo en "La conquista del horizonte". Posteriormente el Gobierno
de Holanda hizo gestiones con el Gobierno de la Segunda República para que el escritor pudiera abandonar España vía Valencia en julio de 1937.
EL TEXTO
Belleza descriptiva fusionada con elegante ironía.
"En más de una ocasión, cuando me paseaba en bote por la bahía coruñesa o veía romper las olas magníficas en el cantil, desde el milenario farol de Hércules, he deseado verme en la proa de un ballenero, con el arpón en la diestra y el amargo sabor del agua en
los labios. En tales tiempos -me acuso arrepentido y humilde- despreciaba a aquel mar por no tener más que sardinas y besugos, merluzas y aviñeiras, seres contra los que no se puede lanzar un arpón, y que son incapaces de partir una lancha de un coletazo"
los labios. En tales tiempos -me acuso arrepentido y humilde- despreciaba a aquel mar por no tener más que sardinas y besugos, merluzas y aviñeiras, seres contra los que no se puede lanzar un arpón, y que son incapaces de partir una lancha de un coletazo"
Wenceslao Fernández Flórez embarcó en el Willian Wilson, barco ballenero de unas doscientas toneladas. Se adentraron en el mar 120 millas y regresaron remolcando dos ballenas. El resto de la aventura la tienen ustedes en el soporte gráfico de este post.
LA REVISTA
La revista es el número 184 publicado el 18 de febrero de 1933
en su año V, esto es, empezaría a publicarse en 1929.
En este período de la Segunda República se estima que la tasa
de analfabetismo rondaría al 40% de la población adulta, lo cual
me lleva a pensar que cualquier iniciativa cultural era bienvenida.
El formato es un poco mayor que el de un folletín, medía aproximadamente 24,5 x 34,5 cm, recordando mucho a los suplementos dominicales de algunos periódicos actuales. Su extensión era de 12 páginas
La ilustración era de alto nivel para la época.
Reproduzco algunas fotografías.
en su año V, esto es, empezaría a publicarse en 1929.
En este período de la Segunda República se estima que la tasa
de analfabetismo rondaría al 40% de la población adulta, lo cual
me lleva a pensar que cualquier iniciativa cultural era bienvenida.
El formato es un poco mayor que el de un folletín, medía aproximadamente 24,5 x 34,5 cm, recordando mucho a los suplementos dominicales de algunos periódicos actuales. Su extensión era de 12 páginas
La ilustración era de alto nivel para la época.
Reproduzco algunas fotografías.
En cuanto al precio, un ejemplar suelto costaba 50 cts, los números atrasados salían a 1 peseta. La suscripción salía a 2 pesetas al mes; 6 pesetas un trimestre
y 24 pesetas el año (precios para España). Para América la suscripción anual salía 30 pesetas; resto de países 40 pesetas.
ALGO se editaba en Barcelona. Se publicaba los sábados.
y 24 pesetas el año (precios para España). Para América la suscripción anual salía 30 pesetas; resto de países 40 pesetas.
ALGO se editaba en Barcelona. Se publicaba los sábados.
Por último animar a los lectores a que busquen algo
de Wenceslao Fernández Flórez y disfruten de su lectura.
de Wenceslao Fernández Flórez y disfruten de su lectura.
Espero que el artículo haya sido de su agrado.
Muchísimas gracias.
Muchísimas gracias.
Manuel Martínez Fantoba
Consultor Socio laboral y Fiscal
Consultor Socio laboral y Fiscal
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